Imagina pasear por calles empedradas flanqueadas por murallas centenarias, sentir la brisa fresca y descubrir rincones con encanto. Esta es la experiencia que aguarda en Buitrago de Lozoya, un destino que cautiva con su rica herencia y su entorno natural privilegiado y que nosotros hemos visitado en nuestro camino hacia la singular arquitectura oscura de los Pueblos Negros de Guadalajara.
Buitrago de Lozoya está en la Comunidad de Madrid, pasando el puerto de Somosierra, a los pies de la Sierra de Guadarrama, a una hora de la ciudad de Madrid. Su nombre proviene del río Lozoya, que rodea la localidad mediante un imponente meandro y que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural en 1993.
El pueblo destaca por la excelente conservación de su antiguo recinto amurallado y su casco urbano, que le valió para obtener el reconocimiento como Monumento Nacional en 1931. Con una parada de apenas unas horas, podrás conocer esta villa y disfrutar de su paisaje.
La muralla es sin duda uno de sus principales atractivos. Es realmente impresionante. Caminando sólo unos 20 minutos hacia una colina cercana, llegaréis a un mirador natural desde donde podréis admirar Buitrago de Lozoya en todo su esplendor: sus murallas y el meandro del río Lozoya, una imagen que quedará grabada en vuestra memoria. También es muy recomendable subir a la Torre del Reloj, recorrer el Puente Viejo o Puente del Arrabal, que rodea el casco histórico, pasear por sus murallas y visitar el Museo Picasso.
Un pueblo encantador, lleno de historia y belleza. ¡No olvidéis apuntarlo en vuestra lista de destinos!
Un paseo por Buitrago del Lozoya, por Oscar Gordo y Marta Calderón
