La calistenia es un sistema de entrenamiento con ejercicios que se realizan con el propio peso corporal. El cuerpo del deportista es el que ejerce la resistencia, trabajando así tanto la fuerza como la capacidad cardiovascular. La calistenia es perfecta para trabajar, además de la fuerza física, la flexibilidad, la agilidad y la coordinación. En verano, practicarla en la naturaleza puede añadir los beneficios de disfrutar del aire libre, el sol y la relajación.

Algunos de los ejercicios básicos son las flexiones, las dominadas, las sentadillas, la plancha, los abdominales convencionales o las elevaciones de pierna. Todos ellos son ideales para principiantes y la base para progresar. Sólo con ellos, practicándolos regularmente, ya podemos alcanzar un estado físico óptimo.

Una rutina básica puede incluir realizar entre 3 y 5 series de cada ejercicio, con un número de repeticiones adaptado de nuestro estado físico, descansando entre 1 y 2 minutos entre series.

Para quienes deseen ir más allá, se encuentran los ejercicios estáticos. Estos son más avanzados y requieren de una mayor fuerza muscular. La coordinación y la técnica a la hora de realizarlos son importantes para evitar lesiones. Entre ellos podemos destacar la plancha, la bandera, el front lever o el back lever. Finalmente, nos encontraremos con los ejercicios dinámicos, que implican movimiento y cambio de posición del cuerpo e incluyen balanceos, giros y saltos.