Lleva el quad en la sangre. Su padre ya fue campeón de España de la modalidad hace años y ahora él ha conseguido repetir la hazaña. Vecino de Nanclares, Mikel Goikoetxea es un apasionado de este deporte y el pasado 6 de octubre se proclamó campeón de España en la categoría Q2. Y no sólo eso, ya que su pareja, Sandra Salgado consiguió finalizar séptima en la competición estatal siendo la única mujer participante en la misma.
-Acabas de proclamarte campeón de España en quadcross…
-Sí, en la categoría Q2. Hay dos categorías, la Q1Pro y la Q2. La que he ganado yo es la que yo llamo de los pilotos pobres. Es una categoría en la llevamos quads con preparación limitada. No puedes potenciar concentraditas, ciertas cosas del motor tampoco se pueden hacer…
-Han sido cuatro carreras. -Sí, con dos mangas en cada carrera. Yo he ganado las dos últimas mangas. El resto ha sido mantenerse ahí, no tener averías y ser constante. Había rivales fuertes, pero uno rompió en una carrera, otro no ha podido asistir a otra….
-¿Qué se siente al ser campeón de España?
-Para mí era un objetivo que tenía desde que era pequeño, porque mi padre fue campeón de España en aquellos tiempos del boom del quad. Bueno, igual no el boom, pero sí cuando empezó a entrar en España. El empezó a correr con un quad muy pequeñito, era un 200, se empezó a hacer una especie de campeonato de España y él consiguió ganar. Esa categoría. Entonces yo lo mamé, digamos así. Empecé a competir en Junior en el 2006 y ahí quedé cuarto. Luego empecé ya con un cuatro y medio que es con lo que corro yo ahora también. Pero después estuve un montón de años que simplemente me dedicaba a la mecánica como hago día a día, pero no competía. Y era, ya te digo, mi objetivo desde pequeño. Entonces, la sensación es la del que cumple un sueño de toda la vida. No se puede explicar.
-Es la parte buena, pero ¿qué es lo más duro de este deporte? -El sacrificio que tienes que hacer a todos los niveles. Económicamente, por supuesto, porque al final estamos apoyados lo justo de gente cercana que nos ayuda, sponsors y tal, a los que tenemos que agradecer gran parte de lo que hacemos, porque si no, no podríamos. Es complicado intentar llegar a las carreras a tiempo cuando tienes averías, la preparación física, que es superimportante. Y, aparte, combinarlo con tu día a día, es difícil también.
-¿Y cómo te defines como piloto? –Pues yo creo que lo que decía antes, sobre todo constante. Muy regular. Intento no cometer fallos sobre todo y acabar todas las carreras posibles, todas las mangas posibles. Por eso intento siempre tener la máquina lo más a punto posible, revisada. De hecho, me beneficia en este caso ser mecánico, que me hago yo las cosas. Hay otros que son capaces de ganar mangas, pero llegan y averían o se caen y quedan último en una carrera.
-Sandra, ¿y tú cómo te defines como piloto? -Yo siempre les digo que soy un poco el Safety Car. Este año igual no, porque he intentado llegar un poco más lejos, pero siempre soy la que se para a ayudar a uno a otro, a preguntar si están bien… Al final somos como una pequeña familia, siempre estamos los mismos y nos ayudamos mucho entre nosotros.
-Eres la única chica en la categoría, ¿Qué le falta al mundo del quad para que entren más chicas? -Sí, en la carreras de motos hay muchas chicas y yo siempre les pregunto ¿por qué la moto y no el quad? Al final no deja de ser algo con motor y ellas siempre dicen para andar en quad tienes que tener algo diferente. Sí que es cierto que es más brusco, es más traicionero, pero ojalá que se animen a probar, porque es muy divertido.
-Ya para terminar ¿cuáles son vuestros próximos retos? -Yo tenía dos desde pequeño. Uno como te decía ser campeón de España y otra correr el Mundial de quad, que también lo corrió mi padre con Óscar Romero hace unos 25 años. Es una prueba de resistencia de 12 horas en la que se corre por equipos de tres pilotos. Se hace en Francia, en la frontera con Suiza, y aquello es como una oda al quad. Mi objetivo es participar y si puede ser, en 2025.
-¿Y el tuyo, Sandra?
-Yo lo principal, sobrevivir a lo que nos queda (ríe). Nos quedan todavía dos carreras aquí en Castilla-León y después un poco a la espera de ver el año que viene qué nos proponen, y qué campeonatos hay.