En su reciente “artículo de opinión”, el PNV vuelve a demostrar que tiene una habilidad casi envidiable para llenar páginas de críticas inconsistentes y sarcasmo mediocre, todo mientras admite implícitamente que carece de propuestas constructivas. Es curioso cómo un partido que gobierna en las instituciones superiores de Euskadi puede ser tan incapaz a nivel local. Pero claro, cuando lo único que les queda es hablar de gatos y repartir culpas sin fundamentos, las prioridades quedan bastante claras.
La espera eterna del PNV
El PNV dice que no puede hacer propuestas porque está esperando un borrador del presupuesto. Vamos a ver, ¿A qué esperan exactamente? ¿A que el trabajo les llegue hecho, envuelto en papel de regalo y con un lacito? Si de verdad quisieran aportar algo a Iruña de Oca, ya estarían trabajando en ideas y proyectos, no mirando el calendario esperando a que otros les den la inspiración. Por otro lado, es divertido que hablen de falta de transparencia. Este es el mismo partido que, cuando gestiona presupuestos en otras instituciones, se mueve en un halo de opacidad que haría sonrojar a un banco suizo. Pero claro, aquí en Iruña de Oca, como no tienen control, de repente son los paladines de la transparencia.
EH Bildu, ¿Camareros o chefs?
En su desesperado intento de desprestigiar a EH Bildu, el PNV nos llama “camareros de barra libre”. Qué irónico, porque si algo hemos demostrado es que somos chefs, cocinando políticas sociales y proyectos reales que benefician a toda la población. Mientras nosotros negociamos con el PSOE para encontrar soluciones concretas, el PNV está ocupado buscando maneras de criticar y, francamente, no lo hacen ni bien.
Ellos se quejan de que “actuamos sin cuestionar las políticas”, pero lo que no dicen es que sus críticas no tienen sustancia. Es fácil lanzar acusaciones cuando no tienes que respaldarlas con datos o alternativas viables. Si tan preocupados están por las decisiones del gobierno, ¿por qué no proponen algo mejor? Ah, claro, porque no tienen nada que proponer.
Los gatos y la ignorancia del PNV
Y hablando de gatos… Sí, el PNV parece obsesionado con las colonias felinas. Critican que se haya adjudicado la gestión a una empresa privada sin ni siquiera molestarse en entender el contexto. Si se hubieran tomado el tiempo de investigar, sabrían que no había asociaciones locales capaces de gestionar las colonias debido a incumplimientos graves. Pero, ¿para qué molestarse en informarse cuando es más fácil lanzar acusaciones infundadas?
Es curioso cómo intentan inflar un tema menor como si fuera la gran conspiración del siglo. Y mientras tanto, los problemas reales quedan fuera de su radar. No porque no existan, sino porque el PNV está demasiado ocupado persiguiendo titulares en lugar de soluciones.
La frustración de un partido sin rumbo
El tono del artículo del PNV deja claro que lo que realmente les molesta es su incapacidad para influir en la gestión local. Es fácil reconocer a un partido frustrado: no tiene propuestas, solo quejas. No tiene soluciones, solo insultos. Y, sobre todo, no tiene visión, solo desesperación por no ser el centro de atención.
Mientras ellos se pierden en sus delirios de grandeza, EH Bildu sigue trabajando. Hemos presentado propuestas en todas las áreas de gestión, desde servicios sociales hasta infraestructuras. Negociamos con el PSOE porque entendemos que gobernar es buscar acuerdos, no imponer posturas ni quedarse llorando en un rincón cuando las cosas no van como uno quiere.
La diferencia está en los hechos
La verdadera diferencia entre EH Bildu y el PNV es que nosotros actuamos. No esperamos a que nos entreguen papeles, ni necesitamos que otros nos digan qué hacer. Identificamos problemas, buscamos soluciones y trabajamos para implementarlas. Mientras tanto, el PNV sigue anclado en su crítica estéril y su incapacidad para adaptarse a una realidad que ya no gira en torno a ellos.
Así que, al PNV le decimos esto: si quieren ser relevantes en Iruña de Oca, dejen de hablar de gatos y empiecen a hablar de soluciones. Pero claro, eso requiere esfuerzo, y ya sabemos que eso no es lo suyo.