Las conclusiones del estudio sobre vivienda encargado por el Ayuntamiento revela que el 50% de las personas que demandan vivienda necesitarían vivienda en el momento actual y que este dato se eleva al 75% en un plazo de 2 años.
Según el informe, la opinión generalizada, y la realidad, es que la vivienda que hay en el municipio en venta o en alquiler es escasa y de unas características muy concretas, alejada en muchos casos de la realidad socioeconómica de las personas que solicitan vivienda.
El Ayuntamiento de Iruña de Oca llevó a cabo durante el pasado mes de abril la Consulta sobre Necesidades de Vivienda en Iruña de Oca con el fin, tal y como se había anunciado, de conocer las necesidades de vivienda de sus residentes y planificar el futuro desarrollo urbanístico del municipio. El Consistorio aprobó en su momento una partida presupuestaria para conocer con la mayor exactitud posible la demanda de vivienda en el municipio y determinar posteriormente las acciones a llevar a cabo para la promoción de vivienda.
El número de personas que se acercaron a rellenar el cuestionario es de 97. Todas ellas empadronadas en el municipio. El 51,5% de las personas encuestadas tiene actualmente 30 años o más y son las que en principio, por su edad tienen una necesidad más inminente de vivienda. Entre este grupo, el 52% son mujeres. Un 44,3% de las personas demandantes de vivienda, las que se encuentran entre 20 y 29 años en la actualidad, serían las que, a priori, pudieran necesitar la vivienda en un período de aquí a 5 años. En este grupo encontramos mayoritariamente hombres. Con una necesidad a más largo plazo (personas entre 18 y 19 años), encontramos al 4,1% de las personas encuestadas.
Las conclusiones del informe de vivienda encargado por el Ayuntamiento ponen de manifiesto que la oferta de vivienda, especialmente la protegida, no sigue el ritmo del crecimiento demográfico experimentado por el municipio en los últimos años, que ha superado la media de la Comunidad Autónoma Vasca. La opinión generalizada, y la realidad, es que la vivienda que hay en el municipio en venta o en alquiler es escasa y de unas características muy concretas, alejada en muchos casos de la realidad socioeconómica de las personas que solicitan vivienda.
Concretamente y según se recoge en el cuestionario, el 50% de las personas que demandan vivienda (47 hogares) necesitarían vivienda en el momento actual y que este dato se eleva al 75% (72 hogares) en un plazo de 2 años. Hay que tener en cuenta que, con total seguridad, habrá personas en el municipio que teniendo necesidad de vivienda no han respondido a la encuesta. Por lo que partimos de un mínimo de 97 hogares con demanda.
Es plausible pensar, se afirma en el estudio, que estos núcleos familiares buscarán vivienda en otros municipios si en Iruña de Oca no la obtienen, como indica el 70% de personas que así lo expresaban en la encuesta.
El informe subraya que Iruña de Oca ha pasado de tener 2.187 habitantes en 2015 a 3.714 en 2025, un aumento del 70% en sólo 10 años. Este fenómeno demográfico, notablemente superior al de Álava y el País Vasco, se explica por la llegada de población de origen extranjero y, sobre todo, por la privilegiada ubicación del municipio, muy cercana a Vitoria-Gasteiz, lo que lo ha convertido en un atractivo polo de crecimiento y desarrollo. Este crecimiento demográfico ha provocado una importante presión para el mercado inmobiliario, que se percibe como “escaso y de unas características muy concretas”, con precios que se alejan de la realidad socioeconómica de los demandantes.
Demanda urgente
Basándose en la tasa de crecimiento anual, el informe estima que para el año 2030 la población en el municipio podría alcanzar las 4.352 personas. En la actualidad, ya hay un total de 97 personas que demandan vivienda nueva y si la tendencia demográfica se mantiene, se necesitarán 365 nuevas viviendas para 2030, 468 para 2035 y hasta 598 para 2040. De hecho, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, ya contempla la necesidad de edificar un total de 786 viviendas nuevas.
Una gran mayoría de los encuestados, en concreto el 70,1%, afirmó que si no encuentra una vivienda en Iruña de Oca, se plantearía mudarse a otro municipio, un dato que revela la amenaza que la falta de vivienda supone para el crecimiento del municipio.
Características de las viviendas demandadas
Según los datos recogidos en la encuesta, el 32% de las nuevas viviendas estarían habitadas por personas que residirían solas. En la misma proporción encontramos aquellas formadas por núcleos de 2 personas, en su mayoría parejas. El resto, un 34% serían hogares formados por personas solas con hijos o parejas con hijos.
El 91,8% de las personas se decanta por Nanclares de Oca como el núcleo en el que desearían la vivienda, seguido del 3,1% de las personas a quienes les resulta indiferente. En cuanto a la antigüedad de la vivienda, el 27,8% de las personas asegura que prefiere una vivienda nueva, frente al 70% que opina que le es indiferente. Las personas sin hijos son las que prefieren nuevas en mayor proporción, que coincide que son también las más jóvenes.
En relación al régimen de tenencia, el 57,7% de las personas afirma preferir en propiedad, frente al 17,5% que prefiere en alquiler.
Al preguntar a los vecinos que respondieron a la encuesta por el tipo de edificación, el 51,5% de las personas asegura que les es indiferente. Entre las personas sin hijos, más jóvenes, encontramos las que más se decantan por viviendas unifamiliares o edificaciones adosadas.
En cuanto al tipo de vivienda, el 52,6% solicita VPO, seguido de un 30,9% de quienes les es indiferente.
Perfil del demandante
La encuesta ha permitido realizar un perfil de las personas que buscan vivienda. La mayoría son jóvenes, sin hijos, y un porcentaje significativo vive con sus padres. El principal motivo para necesitar una vivienda es, precisamente, la necesidad de independencia. Se trata de una población mayoritariamente trabajadora y con estudios, que en el 53,2% de los casos trabaja en Vitoria-Gasteiz.
A pesar de que el informe indica que la renta per cápita en Iruña de Oca es superior a la media de Álava y Euskadi, esto no se traduce en un mercado de vivienda accesible. El 74% de los encuestados opina que no hay vivienda para comprar y el 79% cree que tampoco hay vivienda para alquilar. Las respuestas a preguntas abiertas en el cuestionario destacan la percepción generalizada de que «hay poca vivienda y está muy cara» o que «los precios son muy altos». Las pocas viviendas que se encuentran a la venta son a menudo antiguas, y las de alquiler se agotan rápidamente.
El informe sugiere también que se estudie la demanda de vivienda por parte de los trabajadores de las nuevas empresas que se han trasladado al municipio, un colectivo que podría mudarse a la zona si existiera la oferta adecuada. Sin embargo, el foco principal sigue estando en la población ya empadronada.
El estudio concluye que, a la hora de diseñar políticas de vivienda es crucial considerar las necesidades de la población más joven, así como las de otros colectivos vulnerables, como las víctimas de violencia de género, las personas con discapacidad o las familias monoparentales. Una de las principales causas identificadas que han provocado esta escasez de vivienda es la ausencia de construcción de vivienda protegida desde el año 2016. Esto ha contribuido a la escasez de opciones asequibles para los jóvenes y las familias con ingresos más bajos.
Por ello, el estudio señala que el problema exige una respuesta “urgente” y que es necesario impulsar la construcción de nuevas viviendas en el municipio, especialmente protegidas, para hacer frente al crecimiento demográfico y que los jóvenes puedan quedarse a vivir en los cinco pueblos que componen el municipio.
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