Si un jugador puede representar el alma de todo un club, ese es Bene Picón. Durante más de quince campañas, el delantero y capitán azulgrana no es un jugador más, es el motor de un equipo y un club que no se entienden sin su presencia en la cancha. Referencia ofensiva del equipo, y como sus compañeros reconocen, del vestuario, Picón afronta este verano su reto más difícil, recuperarse de las secuelas del gravísimo accidente que sufrió hace unos meses para poder regresar a los terrenos de juego la próxima temporada. Porque ni él, ni nadie en el club concibe una retirada que no sea en el campo, con la camiseta azulgrana y el 11 a la espalda.

-¿Cómo recuerdas tus primeros pasos en un campo de fútbol?

-Yo empecé a jugar tarde, a los 14 ó 15 años. Al principio yo hacía judo y el fútbol no me llamaba, hasta que en segundo la ESO me apunté a jugar al fútbol en el Txukun Lakua. Empecé jugando de portero, pero yo necesitaba correr. Al siguiente año ya jugué de central y hubo suerte porque vino un chaval de fuera que era defensa y medio le engañé. Le dije, si juegas  tú de central sería estupendo… y yo ya me pude escapar y jugar más arriba, donde me gustaba.

-¿Cuándo llegas al Nanclares?

-Aquí llegué a los 18 años. Acabé juveniles y ese fue el primer año que volvió a sacar equipo el Nanclares. Volvió Javi, sacó equipo en Regional y desde entonces, salvo dos años, siempre he estado en el Nanclares.

-Desde entonces ha habido muchos cambios, uno de ellos, el campo, que ha pasado de hierba natural a artificial. ¿Cómo has vivido ese cambio?

-Puff. Yo en el de hierba disfrutaba mogollón. Lo echo de menos. Hay mucha diferencia. A mi en el de hierba natural los controles se me hacían buenos. Yo no tengo una gran técnica individual y en la hierba natural eso se notaba menos.

-Los que te conocen te definen como un jugador muy potente y con mucho gol…

-Sí, yo soy un delantero que pelea todos los balones hasta el final. Y si tengo opciones de meter tres goles en vez de dos, meto tres en vez de dos. Al final, todos los años meto entre 20 y 25 goles, lo cual para un equipo de la zona media de la clasificación, creo que está muy bien.

-¿Qué es lo que más te gusta de este deporte?

-Que desconecto de todo. Desconecto mogollón, en los partidos y en los entrenamientos. Luego también estaba mi padre, que venía a verme todos los partidos y eso me motivaba mucho. Al final, tienes trabajo, familia… y tener un tiempo para desconectar es importante.

-Con 36 años estás jugando contra jugadores mucho más jóvenes. ¿Cómo llevas enfrentarte a centrales más jóvenes?.

-Sí, podría ser el padre de algunos. Es verdad que en cuanto a físico y aguante igual me ganan, pero en lo que, vamos a llamar, la perrería, el choque y tal, no me ganan. Eso es lo que se echa en falta, que los jóvenes tengan más empuje.

-Durante la pasada temporada sufriste un accidente de tráfico muy grave y desde entonces no has vuelto a jugar. ¿Cómo va la recuperación?

-Ahora veo lejos volver a jugar. Me rompí el fémur y el médico dice que la rotura ha curado bien, que ha hecho callo y va bien, pero todavía no puedo hacer mucho. Hago rehabilitación, pero no se cuando podré volver a hacer ejercicio. Mi intención es volver al campo. Yo no me quiero retirar así, quiero hacerlo jugando al fútbol.

-¿Hasta cuándo te ves jugando al fútbol?.

-Hasta que el cuerpo aguante. A este nivel igual no muchos más años, pero a nivel de aficionado y venir de vez en cuando a entrenar y así, espero que muchos años más.