Cuando faltan poco más de dos meses para que se cumpla el primer año de la presente legislatura, comprobamos como a algún partido de la oposición, a alguno más que a otros, es posible que se le esté haciendo demasiado largo el camino. Es comprobable cómo en sus diferentes intervenciones y escritos, el PNV deja constancia de una cierta beligerancia contra nuestro partido y no son, al parecer, capaces de salirse del raca-raca del supuesto acuerdo de gobierno entre nuestra formación y EH Bildu.

También se puede constatar cómo, a la hora de la verdad, Pleno tras Pleno, su falta de iniciativas es más que patente. Cuando, por ejemplo, el equipo de gobierno está a punto de presentar el nuevo pliego para la gestión de las instalaciones deportivas municipales, o cuando ya ha encargado un estudio que nos permita avanzar (tal y como en su día anunciamos) en la posible creación del Patronato Municipal de Deportes, los representantes nacionalistas aún no han realizado ni una sola propuesta respecto a las citadas instalaciones, más allá de insistir en lo elevado del coste de este servicio público que sigue creciendo en socios y usuarios.

Tampoco el Partido Popular anda demasiado fino. Aún seguimos esperando que demuestren con hechos su decisivo “impulso” para que el Municipio tuviera un circuito de motos, en Nanclares. Lo que si es cierto es que fue una moción presentada por nuestro partido la que marcó el camino a todas las partes implicadas para encauzar definitivamente la cuestión y conseguir una instalación deportiva que añadir a la oferta de ocio de Iruña de Oca. Aún no nos hemos recuperado de la espantada de los populares en la aprobación de los presupuestos cuando no deja de sorprendernos que los discípulos de Feijóo a orillas del Zadorra pongan en valor medidas del Gobierno de España que favorecen a los agricultores (en este caso alaveses) pero que, junto a otras que favorecían a trabajadores, jóvenes, mujeres, medidas de progreso y desarrollo para nuestro país, fueron rechazadas por el Partido Popular junto a Vox en el Congreso de los Diputados.

Es posible que, en ocasiones, los representantes de EH Bildu no tengan del todo claro en qué lugar están o deben estar en cada momento. Si tras la pancarta o tras el micrófono de la sala de Plenos. Para bien o para mal, el trabajo de las instituciones viene marcado por unos tiempos, por unas obligaciones administrativas que no siempre coinciden con el ritmo y las demandas que legítimamente se quiere plantear y defender. Lo que si es cierto es que los partidos de izquierda en Iruña de Oca estamos llamados a dar respuesta a las demandas de los ciudadanos desde postulados marcados por criterios sociales y de progreso que no vemos en otras formaciones.

Y el 21 de abril estamos llamados a las urnas. En las elecciones generales del 23 de julio, el PSE-EE fue la primera fuerza en Euskadi y en Iruña de Oca porque la ciudadanía supo valorar el esfuerzo de las y los Socialistas en dar respuesta a la crisis a través de un sólido escudo social (subida del SMI o revalorización de las pensiones), a la vez que se avanzaban en las grandes transformaciones que exigía el nuevo tiempo (reto climático, energético, modernización de nuestra industria y PERTEs, como el de automoción, o el aeroespacial, de tanto impacto en Euskadi).

Ahora, en las autonómicas, las y los Socialistas salimos con la aspiración de revalidar esta victoria, con el aval que nos da nuestra gestión en todas las instituciones que afectan al día a día de los vascos y vascas (desde el ayuntamiento más pequeño hasta la Unión Europea) y la certeza de que somos los únicos que contamos con un proyecto transformador del país, pegado al suelo y garante de su pluralidad.