El pasado 14 de diciembre, Estíbaliz Arroyo ofreció en Nanclares un concierto de Navidad en el que combinó arias de música clásica con canciones navideñas y otras composiciones populares vascas. Acompañada por el pianista Asier Oroz, la soprano de Trespuentes demostró sus dotes vocales y un amor por la música que le viene de muy pequeña.
-¿De dónde te viene esta afición a la música?
-Creo que todo empezó cuando tenía seis años. Comencé a tomar clases de piano en una escuela de música privada con Marekhi Kotetishvili y, más adelante, accedí al conservartorio con la especialidad de piano. Estuve, en total, unos 14 años enfocada en el piano. A los 15 años empecé a cantar en un coro. Fue entonces cuando me di cuenta de que tenía afición por cantar. Ya había cantado muchas veces, pero en el coro me sentí muy a gusto. Estuve compaginando el mundo coral, el piano y la carrera de Historia del Arte. En la carrera fue cuando decidí que me gustaría seguir con el canto de manera solista, así que empecé a formarme en la Escuela Municipal de Vitoria. Allí, Monse, la profesora que tuve, me sugirió que fuese al conservatorio, y me animé. Hice el conservatorio y, una vez que lo terminé, decidí hacer la carrera de canto. El año pasado terminé la carrera, compaginándolo como docente y algunas funciones que van saliendo. Ahora estoy haciendo un máster de interpretación del canto en Musikene, en San Sebastián..
¿Hay que tener unas condiciones especiales para cantar?
-El canto es un instrumento con el que todos tenemos la suerte de poder contar. No todos tienen la opción de poder comprar, por ejemplo, un piano, pero poder convivir con el instrumento, con la voz, es una maravilla. La voz es un instrumento con el que todos podemos expresarnos. El canto te lleva a querer descubrir, tu propio cuerpo, pero es algo que lleva mucho trabajo.
-¿A nivel profesional has tenido algún referente?
-Sí, yo diría que Renée Fleming y Diana Damrau, que son personas muy reconocidas en este mundo y una cantante que me encanta también es Nadim Sierra, que a día de hoy es más conocida entre los jóvenes. También mencionaría a Miren Urbieta que para mí es un referente porque estuvo dándome clase en el conservatorio, tiene una voz espectacular y ha tenido una trayectoria ejemplar.
-¿Hay mucha gente joven dedicándose al canto lírico en estos momentos?
-Sí, hay muchísima gente joven. De verdad que es una barbaridad. Yo conozco muchas sopranos y estoy rodeada de gente muy joven. Tenemos ese concepto del canto lírico como algo más elitista quizás, menos accesible. Pero a día de hoy los jóvenes tenemos muchos descuentos para ir a la ópera de Bilbao, puedes ver óperas, puedes ver zarzuelas por tres euros… A día de hoy es fácil acceder al canto lírico pero sí que es verdad que no hay tanto público.
-¿Qué crees que se puede hacer para popularizar el mundo del canto?.
-Asociamos la técnica lírica a la opera y no es así realmente. Está por ejemplo la zarzuela que es un género ideal para que los jóvenes entren en el mundo del canto porque son obras muy divertidas, con un componente de actuación y muchas de ellas tocan temas muy actuales. Hay que tener en cuenta que la ópera es un género de mil, pero el canto lírico no es solo opera, el canto lírico puede ser canciones folclóricas y puede ser reggaetón, que ahora está tan presente, cantado con una vocalidad lírica.
-A nivel personal, ¿qué objetivos tienes ahora mismo a corto y a medio plazo?
-En este momento estoy trabajando en una escuela de música con niños y lo compagino con el máster de interpretación. También, como hice la carrera de Historia del Arte, estoy haciendo a distancia, el máster de profesorado para en un futuro poder optar a dar clases en si quisiera. Este año estoy enfocada en hacer estos másteres y la verdad es que me van saliendo proyectos como son papeles en zarzuelas, recitales… también han salido proyectos como cantar el ‘Réquiem’ de Mozart, el ‘Carmina Burana’… cosas muy diferentes entre sí.
-¿Hay algún estilo en el que te sientas más cómoda?
-La ópera es un género en el que me siento muy cómoda cantando. Los compositores de ópera, como Mozart, en muchas ocasiones componían teniendo en cuenta las necesidades de una soprano en concreto, casi como si fuera un traje a medida. Estos compositores prestaban mucha atención a la técnica vocal, por lo que las arias de ópera, a pesar de ser exigentes, ofrecen un gran desahogo vocal. La ópera abarca muchos períodos, pero sin duda el bel canto es una época en la que la línea y la emotividad vocal priman, llegando de una forma muy especial al público. Esto se puede apreciar, por ejemplo, en el aria ‘Casta Diva’.