El cabello tiene su propio ciclo vital y la caída forma parte de su proceso natural, tanto en mujeres como hombres. Sin embargo, cuando llega el otoño, la pérdida de cabello es más abundante, ya que es cuando se acelera la renovación del cabello. Pero, ¿por qué ocurre esto?
• Nuestro cabello suele estar peor hidratado en esta época del año.
• Los cambios ambientales (nos hemos expuesto mucho al sol durante el verano, hace más frío, hay menos horas de luz…)
• El estrés causado por la vuelta a la rutina después de las vacaciones veraniegas.
• Los cambios de alimentación de las diferentes estaciones.
• Causas hormonales como alteraciones del tiroide o de hormonas sexuales.
Ante estas situaciones, el cabello recibe menos nutrientes y entra en fase de caída.
Pero, tranquilos/as, que no cunda el pánico, en la mayoría de los casos es reversible y la ayuda de una profesional resultará de gran ayuda. Una dieta rica en vitaminas y minerales, evitar el estrés y elegir champús y productos adecuados al tipo de cabello son cuestiones esenciales para hacer frente a la caída capilar. Además, es importante tratar de reducir al mínimo la aplicación de calor en
el pelo, puesto que lo debilitará aún más.
También es buena idea sanear el cabello tras el verano con un buen corte y mantenerlo siempre limpio y correctamente cepillado. Si ves que estás sufriendo una caída de cabello que consideras poco habitual o tienes dudas, acude a tu peluquero/a de confianza, que es el profesional del cabello y del cuero cabelludo y te aconsejará sobre el producto adecuado para frenar esa caída o que no sea tan abundante. Además, sus recomendaciones servirán para mejorar el sistema de anclaje del cabello y ayudará al que esté por salir a que
crezca más rápido y sano, aportándole las vitaminas y nutrientes necesarios.