El hipérico (Hypericym perforatum L.) es una planta medicinal de la familia de las hipericaceae. Se la conoce también como hierba de San Juan debido a que florece a finales de junio o planta del sol. Tradicionalmente se recoge en la noche de San Juan, o solsticio de verano, que es cuando su potencial curativo es mayor, aunque no es necesario ir de noche a cogerla, pero siempre en esas fechas.
Es una de las plantas medicinales que gozaba de mayor reputación en la antigüedad y tradicionalmente se ha utilizado en numerosos países europeos para tratar la inflamación, aliviar los desórdenes del sistema nervioso o como cicatrizante en caso de contusiones y quemaduras. Su contenido en taninos modera la reacción antiinflamatoria en los tejidos que rodean la herida o la contusión y es antiséptico. Actualmente se utiliza de forma oleisa, como aceite de hipérico.
Por vía interna tiene propiedades antiespasmódicas, atribuidas a su contenido de flavonoides, y su uso queda justificado en casos de gastritis, espasmos intestinales, hemorragias y fragilidad capilar. Actualmente existen numerosos ensayos clínicos que demuestran la eficacia de los efectos del hipérico en el tratamiento de depresiones leves o moderadas frente a otros fármacos antidepresivos. Los resultados de estos ensayos le atribuyen una actividad antidepresiva similar a la de los antidepresivos sintéticos clásicos, pero al hipérico sin efectos adversos en relación con los mismos. La dosis recomendada es 0,3 g de extracto seco una vez al día, mejor siempre a la misma hora, con un vaso de agua.
En medicina popular el hipérico se sigue utilizando como antidiarreico, diurético, contra la neurosis nocturna, el reuma, y la gota.
Elaboración del aceite de hipérico.
Se recogen las flores y se meten en un tarro de cristal y se rellena el tarro con aceite de oliva de primera presión en frío. Se tapa el frasco y se deja 40 días en el exterior, día y noche. Conviene moverlo un poquito cada dos días.
Pasado ese tiempo, su color será rubí precioso. Lo filtraremos bien, y colocaremos en un tarro opaco y fuera de cualquier rayo de luz.
Es muy importante que usemos este aceite corporal tan beneficioso y regenerador de nuestras pieles, de noche o tener mucho cuidado que no nos dé el sol en la parte que nos hayamos dado el aceite, tanto en la cara como en el cuerpo.
Elaboración de cremas
Templar el aceite de hipérico a unos 40 grados y echar un 12 % de cera virgen para que se vaya diluyendo.
Meter en un bote y dejar enfriar.