El Gobierno Vasco (PNV) debe pensar que los Ayuntamientos sacamos el dinero de debajo de las piedras. Están tratando de modificar la ley de aportaciones (normativa que regula el reparto de los ingresos fiscales entre los territorios forales de la CAV, que son las instituciones competentes en materia de recaudación, y entre estos y el Gobierno Vasco, del que dependen la mayor parte de los servicios públicos que se prestan en la comunidad). Esta ley se lleva prorrogando 10 años por una falta de acuerdo y tampoco ahora han querido negociar. La modificación planteada es que, de cada 100 euros recaudados, el Gobierno Vasco recibirá 70,81 frente a los 70,04 actuales (más de 12.440 millones) y las diputaciones y los ayuntamientos percibirán, en conjunto, los 29,19 restantes, lo que a nuestra manera de ver supondrá un sablazo a la ciudadanía y un endeudamiento de los Ayuntamientos y Diputaciones y, por contra, un Gobierno Vasco sobre financiado, que pretende sea en Sabin Etxea donde se decidan las principales inversiones de nuestros pueblos.
Desde el Partido Popular creemos que los impuestos deben revertir en cada territorio y se tiene que tener en cuenta la peculiaridad de cada uno. Creemos en un modelo que defienda la foralidad, la hermandad, el principio de solidaridad y dar mayor capacidad financiera a los Ayuntamientos y sobre todo, defendemos que los impuestos de la ciudadanía Alavesa se queden en Álava para hacer frente a nuestras competencias, porque estamos cansados de que el PNV siempre de la espalda a nuestro territorio. Con la nueva ley de aportaciones, se daña a nuestro Ayuntamiento, se deja de invertir en servicios sociales, se dan menos recursos a las residencias, se descuida la atención a los mayores, con lo mal que lo han pasado en este último año y medio y también, a las personas con discapacidad, y dejan sin recursos las competencias en carreteras. Desde el Partido Popular rechazamos una Ley de Aportaciones que asfixia a ayuntamientos y diputaciones.
Y por otro lado, tenemos que condenar otra agresión, la que sufrió un militante del PP en una discoteca de Vitoria. Es indignante que se sigan sucediendo estos hechos por parte de jóvenes que han nacido en democracia, que emanan esa discrepancia por una ideología diferente, que no toleran pensar diferente, que provoquen una ambiente de discordia y que sientan ese odio por unas ideas irracionales y no compartan la libertad de cada ser, siempre estaremos en contra de cualquier acto violento, los cuales condenamos, venga de donde venga.