Los Plenos en los que se aprueban los Presupuestos Municipales suelen ser una buena fotografía en la que cada partido se “retrata” ante los vecinos y vecinas con sus respectivas propuestas. En la fotografía del último Pleno el Partido Popular quedó absolutamente desenfocado. El PNV tampoco ofreció su mejor perfil.
Lo del Partido Popular ya no tiene calificativos. Si como decía recientemente Pedro Sánchez “en España no tenemos una oposición, hay un galimatías”, en Iruña de Oca el posicionamiento del PP ante los Presupuestos es un auténtico absurdo. (Definición de absurdo: “Contrario y opuesto a la razón, que no tiene sentido”). Tras reconocer la portavoz ‘popular’ que el equipo de gobierno había contemplado introducir en las Cuentas sus cuatro propuestas, (por un importe total de 70.000 euros) enlazó una serie de argumentos para concluir anunciando su abstención.
Los nacionalistas vascos (aunque como se demostró más tarde no tenía la ciudadanía la misma percepción, a juzgar por su resultado en las urnas) daban por descontado hace unos meses que su candidata sería la nueva alcaldesa de Iruña de Oca. Se veían partido de gobierno, dispuestos a asumir responsabilidades, por lo que choca especialmente que sus propuestas a incluir en las Cuentas para el 2024 fueran del tono de habilitar un “parque para canes” o de creación de nuevos “pasos de cebra” entre otras partidas.
Nuestro partido ofreció a todos los partidos representados en el Ayuntamiento plantear aquellas cuestiones que consideraran de interés para ser contempladas en el Presupuesto, bien para su inclusión, bien para incrementar partidas ya existentes. En el caso de EH Bildu se nos planteó firmar un acuerdo que recogiera una serie de propuestas con las que, por otra parte, coincidíamos, y entre ellas la que pretende ubicar y concentrar en el centro de Nanclares unas instalaciones que ofrezcan una serie de servicios socio-sanitarios a nuestros vecinos y vecinas en las mejores condiciones.
Al final podríamos decir, simplificando, que la derecha sumó sus votos forzando, sin necesidad, el voto de calidad del Alcalde ante la circunstancia de un empate en la votación de las enmiendas del PNV motivado por la ausencia de una de las concejalas socialistas por una circunstancia familiar de todos conocida.
En todo caso Iruña de Oca cuenta con sus presupuestos para este año. En esta ocasión todo apunta a que los nacionalistas vascos, bien como concejales, bien como vecinos, no van a presentar alegaciones que obliguen a retrasar en el tiempo la aprobación definitiva de los presupuestos que la mayoría del Pleno ya ha aprobado. Son, parece, otros tiempos.
Iruña de Oca cuenta, como decimos, con unos Presupuestos acordes a nuestros ingresos, que no son muchos. Aun así tenemos la herramienta, unida al nuevo Plan General, para avanzar en materia de vivienda, de desarrollo industrial, para iniciar las obras en el Molino de Nanclares, para avanzar en la puesta en marcha del Patronato Municipal de Deportes, para consolidar nuestra amplia oferta cultural y nuestras instalaciones deportivas. Para seguir creciendo de la mano de la accesibilidad, de la eficiencia energética, de la atención a nuestros mayores, de la transparencia en nuestra relación con los ciudadanos. Para seguir colaborando con las cinco Juntas Administrativas, con los productores locales, subvencionado a las asociaciones culturales y deportivas del Municipio. Para seguir dando cabida a la participación ciudadana, regulando su procedimiento para intentar que sea más eficaz en su gestión; para seguir promocionado el euskera y avanzando en las políticas de igualdad.
Porque, en esencia, lo que los Ayuntamientos (el conjunto de las instituciones) pretenden al presentar sus presupuestos y al recabar los apoyos para su aprobación, es decidir de qué forma se puede atender a las necesidades de la ciudadanía con los ingresos de que disponen. Así ha sido, un año más, en Iruña de Oca.