Durante los últimos ocho años ha sido el ‘ángel de la guarda’ que ha velado por la salud de los vecinos y vecinas de Iruña de Oca. Nerea Echávarri llegó en 2010 a nuestro municipio realizando una sustitución y desde enero de 2013 ha desempeñado ininterrumpidamente sus labores de médica de atención primaria en el centro de salud de Nanclares.
Ahora le espera un cambio de destino que le alejará de nuestro municipio, pero asegura que no olvidará la enriquecedora experiencia personal y profesional que ha supuesto para ella su trabajo en Iruña de Oca.
-Tras su primera experiencia laboral en Asturias llegó a Nanclares sin conocer Iruña de Oca, ¿le sorprendió lo que se encontró?
-Es verdad, cuando llegué a trabajar aquí no tenía una idea clara de Nanclares, no conocía nada del pueblo ni del municipio. Lo que más me sorprendió y me gustó es que exista tanta diversidad de personas, de circunstancias… Aquí hay gente del pueblo de toda la vida, personas que vinieron en los años 50 y 60 de todas comunidades, gente joven, inmigración… trabajar en este ambiente es muy enriquecedor para cualquier persona.
-¿Qué es lo más le ha gustado de su paso por Iruña de Oca?
-Me gusta la comunidad que se ha creado. Por ejemplo, con la aparición del coronavirus, cómo se han ayudado entre todos los vecinos, cuidándose unos de otros, ha sido muy bonito.
-¿Cómo es el día a día en el centro de salud?
-La situación ha cambiado bastante con el coronavirus, pero antes, la primera parte jornada la dedicábamos a la atención domiciliara, residencias, temas más burocráticos y administrativos y seguimiento de pacientes. Después ya llegaba el momento de pasar consulta.
-¿Considera que el servicio está correctamente dimensionado?
-Hay que tener en cuenta que el Covid lo ha cambiado todo. En la situación precovid creo que sí estaba equilibrado, ahora la situación es diferente, hay otras cargas que antes no teníamos. Pruebas, seguimientos de contactos…, todo eso hace que a veces estemos desbordados, pero hay que tener en cuenta que es cíclico, dependiendo del aumento de los casos que se da puntualmente.
-¿En cuanto a infraestructura, cómo es la situación?
-Ahí sí que estamos más ajustados. Los espacios físicos son pequeños y ahora con el Covid necesitaríamos más espacio. Ahora hay un proyecto para ampliar el espacio, aunque está claro que lo ideal sería contar con un nuevo centro de salud.
-¿Cuál ha sido la evolución del centro de salud desde su llegada?
-Ha crecido la demanda con los años, no es una típica zona rural, aquí la demanda es mayor.
-¿En lo referente a patologías, hay alguna que destaque?
-No, no hay nada distinto de otros lugares. Lo que tratamos en un centro de atención primaria es muy variado, desde un control de diabetes, un enfermo crónico, la pareja que quiere quedarse embarazada, salud mental…
-¿Cómo valora su paso por Iruña de Oca?
-Como profesional el trabajo ha sido muy enriquecedor, me ha permitido tener una idea más global de todo. Aquí no sólo conoces al paciente, también a la familia, su relación con los vecinos… Es una atención mucho más personalizada, completa, integral de la persona, la conoces en un contexto familiar y comunitario y a lo largo del tiempo.
-La llegada del Covid habrá supuesto un cambio muy importante en las dinámicas de trabajo…
-Sí, sobre todo al principio. Era algo que no conocíamos, los protocolos cambiaban continuamente… Después, a medida que la enfermedad se ha ido conociendo todo ha sido mucho más fácil. En lo personal, al principio había miedo, lógicamente. En primer lugar individual, como persona a enfermar o transmitir la enfermedad, y a nivel laboral la incertidumbre de que no conocíamos la patología, todo era nuevo, no había material….y eso creaba angustia. Luego poco a poco te vas habituando, la verdad es que al ser centro pequeño en general nos hemos coordinado muy bien. La actitud del equipo ha sido increíble, todos han estado siempre dispuestos a colaborar y a hacer cosas. Y el Ayuntamiento también siempre ha estado dispuesto a ayudar en lo que hiciera falta. Nos llamaban para preguntar cómo estábamos y el alcalde nos ha llamado varias veces para ofrecer ayuda y colaboración.
-¿Cómo ha afectado la enfermedad al municipio?
-De forma similar a otras zonas cercana, aunque aquí hemos tenido un pico fuerte en el Puente de la Constitución en el brote del colegio y ahora este último brote, que ha sido bastante más fuerte.
-Para terminar, ¿cómo le gustaría que fuese recordado su paso por el centro de salud de Iruña de Oca?
-Espero que el pueblo me recuerde con cariño, para mí el recuerdo será muy bueno, me he sentido muy apreciada, de verdad, muy bien acogida. Y he crecido profesionalmente, para mi Nanclares siempre será importante a nivel profesional y laboral.
-¿Sabe ya cuál será su próximo destino?
-No, todavía no. Ahora voy a tomarme un mes de descanso y después ya veremos, aunque supongo que será en Vitoria.