El Jardín Botánico de Santa Catalina vivió el pasado 27 de octubre una jornada muy especial. Alumnos de la Escuela de Artes y Oficios y estudiantes del Conservatorio de Danza José Uruñuela de Vitoria-Gasteiz se dieron cita en el precioso marco del parque de Trespuentes para combinar su arte y dar lugar a un mágico espectáculo de expresión artística.
Durante toda la tarde, cerca de 40 alumnos y alumnas del Conservatorio de Danza interpretaron algunas piezas en varias zonas del Jardín e hicieron de improvisados modelos para los participantes en el curso de dibujo de la Escuela de Artes y Oficios. El color del otoño que ya tiñe los árboles y plantas de Santa Catalina y las evoluciones de los bailarines, fueron los motivos perfectos para unos dibujantes que se mostraron «encantados» con el proyecto. La actividad se enmarca dentro del convenio firmado por el Ayuntamiento de Iruña de Oca con la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria en octubre del pasado año.
Esta colaboración surgió en junio de 2022, cuando las directoras de ambas academias acordaron desarrollar conjuntamente una serie de proyectos. En Santa Catalina los alumnos y alumnas del Conservatorio de Danza, pertenecientes a los cursos desde segundo hasta sexto del itinerario profesional realizaron cuatro propuestas diferentes (danza clásica, danza de carácter, danza contemporánea y varias coreografías) en distintos espacios tanto del Jardín como de las ruinas del monasterio y también se mostraron entusiasmados por poder practicar la danza en un entorno natural como el que ofrece el parque de Iruña de Oca.
Ainhoa Arenaza, directora del Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela señaló que “para el alumnado del Conservatorio una experiencia maravillosa. Tanto alumnos y alumnas como el profesorado trabajan jornadas muy largas durante todo el curso y para ellas y ellos hacer actividades fuera del centro, de manera conjunta con alumnado de otros centros, donde puedan bailar y presentar toda la formación que hacen, es el mejor regalo. Además, el entorno del Jardín Botánico es un marco incomparable para disfrutar de cualquier actividad que se haga en su espacio”.
Los alumnos y alumnas participantes coincidieron en que se trata de «un escenario brutal» y destacaron el cambio de practicar la danza en un espacio cerrado como el del Conservatorio a hacerlo al aire libre entre la vegetación del Jardín Botánico. Una experiencia difícil de igualar y que a buen seguro se repetirá en el futuro.