Un estudio realizado por la empresa Geobiotek a petición del Ayuntamiento de Iruña de Oca, revela que los niveles de emisiones radioeléctricas en el municipio están por debajo de los límites legales actuales que establece el Real Decreto 1066/2001.
Este decreto establece las condiciones de protección del dominio radioeléctrico y las restricciones a las emisiones radioeléctricas.
Los responsables de esta empresa, que presentaron públicamente las conclusiones de su estudio el pasado 21 de noviembre en el Centro Cívico Ramiro Fernández de Nanclares, señalaron que todas las mediciones realizadas entran dentro de los límites establecidos por la ley, aunque detallaron algunos puntos en los que estos flujos son más altos, especialmente en las zonas de Nanclares más cercanas a la antena de telefonía móvil de Santa Marina.
Para la elaboración del informe se realizaron un total de 74 mediciones en las cinco localidades de Iruña de Oca, observándose especialmente zonas sensibles como parques, colegios y zonas de juego. En ellos se utilizaron dos dispositivos y se analizaron dos rangos de frecuencias, el más habitual, entre 27 Mhz y 3,3 Ghz.
En estos tramos se detectan el mayor número de emisiones radioeléctricas (bandas de radio aficionadas, frecuencia modulada, Tetra, TV, 5G 700 Mhz, 4G 800 MHz, GSM 900 (2G), DECT, UMTS (3G), GSM1800 o GPRS) y 2,4 Ghz y 6 Ghz (Wifi, LTE (4G), Bluetooth, Wimax o 5G 3,5 Ghz).
Tanto en los valores RMS (valor cuadrático medio) como en las puntas, todas las mediciones fueron incluidas dentro de los límites establecidos por la ley, lo que determina que el nivel máximo de potencia no debe superar los 10.000W/cm2.
A pesar de ello, los redactores del informe ofrecieron una serie de consejos para minimizar el impacto de las emisiones electromagnéticas de alta frecuencia, tanto a nivel institucional como particular, para establecer medidas de protección con materiales técnicos de apantallamiento para viviendas y diferentes zonas sensibles, realizar plantaciones arbóreas con funciones de mitigación y llevar a cabo un programa de control que lleve a cabo mediciones periódicas.
