El pasado mes de junio, la Asociación de Jubilados San Pedro y San Roque, que aglutina a jubilados y pensionistas del municipio, vivió una asamblea en la que el futuro de la agrupación llegó a estar en peligro. La falta de personas que se hiciesen cargo de la dirección de la misma hizo que la amenaza de la desaparición llegase a estar sobre la mesa. Sin embargo, finalmente, cuatro asociados decidieron dar un paso adelante y han conformado una junta directiva con ganas no sólo de mantener a flote la Asociación, si no también de plantear actividades nuevas que complementen a las ya existentes.

Miguel Bernal, Arantxa Riaño, Mari Carmen Mateo y Andrés Blanco son los cuatro valientes que han decidido dedicar parte de su tiempo libre a llevar las riendas de la Asociación. En las últimas semanas, los cuatro han llevado a cabo varias reuniones para, en primer lugar, ponerse al día de la actualidad de la Asociación mientras realizan los trámites más urgentes y mantienen el pulso de la actividad.

Arantxa explica que “la anterior Junta tenía que haberse disuelto antes, pero a causa de la pandemia, se fue retrasando y en junio se realizó la Asamblea General”. Allí, Miguel Bernal sumó los votos necesarios para ser presidente y posteriormente, Arantxa, Mari Carmen y Andrés se sumaron a la Junta, que también cuenta con cuatro vocales en los pueblos que no son Nanclares.

En sus planes más inmediatos, figura mantener los viajes que se vienen realizando en los últimos años, la actividad de baile en línea que tiene mucho exito y plantear nuevas actividades que puedan resultar atractivas para los más de 220 socios con los que cuenta en la actualidad la Asociación.

Mari Carmen Mateo detalla que “queremos hablar con el centro de atención primaria y que venga personal de enfermería a dar charlas relacionadas con la salud, de temas como pueden ser la hipertensión, la diabetes”. También están trabajando en llevar a cabo “un curso de manejo de móvil que sea algo más que llamar y utilizar Whatsapp”. Actividad nuevas, en definitiva, que complementen lo que se viene realizando en los últimos tiempos.

Mateo considera que “la nueva generación de jubilados quiere nuevas actividades. Jugar a las cartas y hacer los viajes que se han hecho está bien, pero piden cosas nuevas. Tenemos un centro y una sala excelentes y podemos aprovecharlas para hacer muchas cosas”.

Sin embargo, en el futuro también vislumbran algunos nubarrones. Miguel Bernal señala que “el principal problema que tenemos es la gestión de la barra del club de jubilados. Ahora hay que estar todas las tardes. De momento, lo lleva Andrés, pero no es nuestro trabajo y hay que cambiar para que no tengamos que estar atendiéndola todos los días”. En este sentido, ya han mantrenido una reunión con el alcalde para solicitar apoyo tanto económico como jurídico para ver cómo puede gestionarse este servicio.

A nivel de los socios, la nueva directiva lanmenta la falta implicación de muchos de ellos en la marcha de la Asociación. “A todos nos gusta disfrutar, pero nadie quiere hacerse cargo”, explica Miguel.

Mari Carmen Mateo incide en que “la Asociacion lleva años funcionando por inercia. A ver si le damos una vuelta y conseguimos que la gente venga más, participe más y haga cosas. Que se mantenga activa”.

Para ello, los cuatro concluyen lanzando un mensaje a los socios. “Que se pasen por la Asociación y que aporten ideas, sugerencias o críticas, que aquí estamos para lo bueno y para lo malo. Cuantos más seamos, mejor funcionará todo”.