A partir de los treinta años comenzamos a perder masa muscular gradualmente, un proceso que se acelera con el aumento de la edad. Esta pérdida, conocida como sarcopenia, no solo afecta a la apariencia, sino que reduce el metabolismo y nos hace más propensos a lesiones.

Aquí es donde el entrenamiento de fuerza entra en juego y nos ofrece múltiples ventajas:

• Huesos más fuertes: El levantamiento de pesas estimula la formación ósea, ayudando a prevenir la pérdida de densidad y fortaleciendo tus huesos.

• Metabolismo acelerado: Más músculo significa un metabolismo más activo. Nuestro cuerpo quemará más calorías incluso en reposo, lo que facilita el control del peso y la pérdida de grasa. Por qué entrenar fuerza después de los 40? por Javier González

• Mayor energía y vitalidad: Nos sentiremos más fuertes y capaces de realizar las actividades diarias.

• Mejora de la salud hormonal: El entrenamiento de fuerza puede ayudar a equilibrar hormonas como el cortisol, reducir algunos síntomas de enfermedades y mitigar los efectos de la menopausia en las mujeres.

• Menos dolores: Fortalecer la musculatura mejora la postura, la estabilidad articular y reduce el riesgo de dolores de espalda y otras molestias.

• Bienestar mental: La liberación de endorfinas ayuda a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima.

No hace falta un gimnasio con muchos elementos para empezar. Se puede empezar a trabajar con el propio peso corporal o con unas mancuernas ligeras en casa. Podemos comenzar con algunos ejercicios básicos como sentadillas para fortalecer piernas y glúteos, flexiones (en pared o rodillas) para trabajar pecho, hombros y tríceps, o la plancha para fortalecer todo el core.

Recuerda que la fuerza no es solo levantar pesas; es ir poco a poco fortaleciendo todo tu cuerpo para disfrutar de una vida más plena.